Ahora en pleno centro, acribillan a una pareja

Cerca de las tres de la tarde de el día 1 de febrero de este 2009, fueron asesinados en el centro de la ciudad de Durango, un hombre y una mujer originarios al parecer de Nuevo Laredo. La delincuencia sigue a todo lo que da, y ahora a plena luz del día y en un lugar muy concurrido como es la Plazuela Baca Ortiz, los maleantes hacen de las suyas.

Lo mas grave de este asunto es que aparentemente estas 2 personas no tienen nada que ver con la delincuencia organizada, y les toco ir pasando justo cuando de una camioneta dispararon en contra de otra( en la que iban las personas que finalmente les cortaron la vida) y ellos pensaron que los disparos los habían realizado desde el carro Pontiac en que viajaban, motivo por el cual los siguieron hasta darles muerte.

Les dejo esta nota periodística del Siglo de Durango.

Un día soleado, 14:00 horas, se antojaba pasear por el Centro Histórico de la ciudad en compañía de la familia para disfrutar de todos los atractivos que el Gobierno del Estado ha colocado en las principales vialidades de la capital. Sin embargo, el estruendoso rugir de armas de grueso calibre se escuchó en las inmediaciones de la Plazuela Baca Ortiz y entre señoras, niños y ancianos pasó un vehículo sin control que se estampó en una jardinera de la plazoleta y en el interior una pareja muerta a balazos.

Patrullas de todas las corporaciones pasaban a toda velocidad por las calles del Centro de la ciudad con rumbo a la Plazuela Baca Ortiz, ubicada en el bulevar Dolores del Río y calle Madero, pues ahí habían acribillado a una pareja en el interior de un vehículo; minutos después las unidades oficiales salieron “quemando llanta” con rumbo a la salida de la carretera a Mazatlán, pues según los mirones hacia ese sector habían escapado los asesinos a bordo de al parecer una Suburban gris, además de mencionarse también una Durango negra.

Informe oficial

La Procuraduría General de Justicia informó que las personas que fueron ejecutadas respondían a los nombres de Alejandro Hernández Vázquez, de 33 años, y Martha Guadalupe Ruiz Montoya, de 19, quienes tenían su domicilio en Nuevo Laredo; sin embargo, aunque se desconoce todavía el móvil del homicidio, se presume que desde la frontera los venían siguiendo o desde allá dieron la orden a personas de aquí para que los rafaguearan con “cuernos de chivo”.

Sobre la ubicación de las camionetas que presuntamente participaron en la doble ejecución, la Procuraduría informó que aún no las han localizado pero que se tiene personal abocado a esa tarea.

Los hechos

Don José, quien salía del billar ubicado a unos metros de donde se registró la masacre, comentó que observó al carro Pontiac, en el que viajaban los occisos, pues le llamó la atención un letrero que traía en el parabrisas con el signo de pesos, pero en eso escuchó el frenar de una camioneta de donde bajó un sujeto con un arma larga y empezó a dispararles; cuando regresó al establecimiento escuchó que llegaron más vehículos y se agudizó la balacera en contra del auto de la pareja.

Por su parte, una señora que se estaba tomando un vaso de agua fresca en la plazuela dijo que cuando escuchó la balacera se escondió atrás de una banca y sólo vio que el Pontiac con placas de Texas, que estaba parado en el semáforo a la altura de Coppel, arrancó “a madres” en contrasentido, pues ya los tripulantes iban sangrando y tras subirse a la plancha de la plazuela se impactó contra la jardinera.

Sangrantes

Mientras los asesinos huían por Dolores del Río hacia el poniente, las decenas de personas que se encontraban cerca del lugar del crimen se amontonaron alrededor del vehículo siniestrado observando cómo en el rostro y en los brazos les corría la sangre a los jóvenes muertos.

De inmediato llegaron los agentes de la Policía Municipal y al mismo tiempo que arribaban los elementos de corporaciones estatales y federales colocaban un cordón amarillo para retirar a los mirones, quienes se estuvieron en pleno sol por más de una hora hasta que se llevaron los cuerpos y el vehículo.

 

Nota e imágenes tomadas de www.elsiglodedurango.com

 

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